Radio Atalaya FM 107.3

martes, 28 de diciembre de 2010

Declaraciones desafortunadas

Que un obispo ofrezca datos inconsistentes o inexistentes, pretendiendo defender un modelo determinado de familia, es, a mi modo de ver, un error o, cuando menos, una temeridad. Para los que nos sentimos parte de la comunidad cristiana, declaraciones como las que ha hecho el obispo de Alcalá de Henares, son un chorro de agua fría. Nuestras familias forman parte del modelo de familia cristiana y nos sentimos responsables del sentido que damos a nuestra comunidad familiar desde una creencia determinada. Defender la familia cristiana, no puede hacerse atacando a otros. En un estado social y democrático de derecho como el nuestro, el diagnóstico sobre el grave problema de la violencia de género ha de ser certero y contundente, nunca basado en apreciaciones personales y mucho menos en ataques indiscriminados; puesto que la violencia de género responde, fundamentalmente, a la dominación del hombre sobre la mujer, a la desigualdad y a la falta de respeto a la dignidad de las personas.

Si hay familia, hay amor, comprensión, entrega sin condiciones, ayuda mutua, respeto, búsqueda de la felicidad, igualdad, proyecto en común. Si hay violencia de género, nada de esto puede darse.

El modelo de familia “tradicional”, es válido para quiénes lo vivimos desde nuestra propia elección y supone contar con un planteamiento de fe que lo basa en la indisolubilidad, en la fidelidad y en la entrega mutua del hombre y la mujer. Y se hace para siempre.

Aunque haya realidades que parecen ponerlo en cuestión, hay otras muchas que sirven para ofrecerlo como un proyecto ejemplar y que suponen un amplio porcentaje de familias felices y dichosas, que se enfrentan a su día a día desde una entrega y capacidad de relación que sólo puede entenderse desde el Amor; pero también desde la igualdad, el respeto, la comprensión, el esfuerzo, y un largo etcétera que ofrece numerosos ejemplos dignos de mención.

Los otros modelos de familia, han de ser respetados y sobre todo conocidos desde la condición de sus miembros y sus realidades concretas; algunas tan próximas que difícilmente puedan criticarse. Y en ningún caso pueden defenderse desde el ataque o el menosprecio de unos hacia otros.

Declaraciones como las del obispo de Alcalá, suponen respuestas no menos desafortunadas. Si criticables son las del prelado, lo son también las del coordinador de Izquierda Unida, quién se ha despachado atacando sin razón a quiénes quisimos entregarnos mutuamente, desde la libertad, “hasta que la muerte” nos separe. La forma en la que el político se refería a esta expresión, no sólo es zafia e indignante, sino que menosprecia la fidelidad entre los esposos en una fórmula que para muchos representa una auténtica vocación matrimonial, sin que nada tenga que ver con lo que ha pretendido ofrecer el líder comunista.

Tampoco ha de desprestigiarse, desde un responsable de un partido político que representa a un buen colectivo de ciudadanos, a un tipo de familia, atacándolos de esta forma.

A mi modo de ver, quizá ambos, prelado y político, se han equivocado. Frente a sus declaraciones, la sociedad española, la que formamos familias de todo tipo, las del día a día de la crisis, las que se enfrentan a los problemas para buscar las soluciones, las que luchan desde la trinchera; no se sienten representadas por declaraciones de este tipo. Una vez más, tenemos un ejemplo de clase dirigente que se aleja de la realidad cotidiana a la que pretenden representar.

Las familias españolas, que son las que están haciendo posible que las consecuencias de la crisis sean menos, gracias al apoyo que se prestan entre sus miembros y a la colaboración que ofrecen a otros que necesitan ayuda, se merecen un respeto mucho mayor.

La familia, célula básica de la sociedad y también de la iglesia, supone estrechar lazos, ampliar horizontes, caminar juntos en un proyecto de vida. La violencia de género, todo lo contrario: limitar, torturar, dominar, matar.

Y el problema de la violencia de género, que es la gran lacra social que nos atiza diariamente, merece también mayor altura de miras y trabajo conjunto para su erradicación. Y no declaraciones de este tipo que marean la perdiz, y luego no saben adonde dirigirse.

martes, 21 de diciembre de 2010

Solsticio de invierno: anuncio de la Navidad.

La luna llena del invierno aparecía nítida y brillante en un claro del cielo nublado y lluvioso de la noche del 21 de diciembre.

Una luna que nos anunciaba el Solsticio de Invierno. Una fiesta llena de reminiscencias antiguas, de sentidos de lo religioso en la historia del género humano. Una luna que era festejada por celtas y romanos, por japoneses y escandinavos, por mayas y aztecas, por tantas y tantas culturas que tienen un sentido astral de los tiempos y de las estaciones.

El ciclo lunar de este solsticio es también la fecha elegida para celebrar un acontecimiento que cambió la faz de la tierra: el nacimiento de Jesús. Y digo que es la fecha elegida por que así lo asumieron quiénes quisieron hacerlo coincidir con una fecha especial para tantas civilizaciones. Lo de menos, desde mi punto de vista, es que la fecha coincida o no realmente con el acontecimiento. Pues éste, es más importante que lo accesorio de la fecha, por muy importante que sea la elegida y por más que haya quién no alcanza a comprender que es un argumento fácilmente contrastable y que, al menos a mí, me parece acertado.

Hacer coincidir la celebración de la Navidad con el Solsticio de Invierno, no es pues criticable sino digno de reconocimiento.

Con la luna llena de esta noche, la cercanía de la Navidad se hace más próxima, y celebrarla supone unirse a los miles de seres que a lo largo del tiempo y de la historia así lo han hecho y así lo hacen. Y aún conociendo los mitos y sus explicaciones, la singularidad para muchos de quiénes la celebramos desde una determinada creencia, no es más que descubrir en el brillo de la noche, la Luz que ilumina eternamente y que, cíclicamente, desde el cielo, se nos anuncia con una luna llena que refleja las luminarias del Sol esplendente.

Sólo falta que el sentido de la fiesta recupere lo poco que pueda quedar de su verdadero significado y no se vea apagada por lo artificioso. Y eso es lo que realmente nos cuesta. Desear Feliz Navidad o Feliz Solsticio invernal, no debe ser sólo un mensaje vacío, sino una apuesta por convertir el rito, en una vivencia compartida que muestre las claves de un Amor sin límites y de una Fraternidad universal que, desde la historia encarnada, nos ofrece ese Niño nacido entre una mula y un buey, y que cambió la trayectoria de los tiempos.

Aunque nos pase como a quiénes lo anunciaron los profetas Isaías o Habacuc, que aún enterándonos, no queramos comprenderlo.

Un retrato auténtico de la Vizcondesa de Termens

El otro día hablaba de las magníficas fotografías de mi amiga M. José Carmona en su exposición Retratos Egabrenses, que puede verse hasta el 9 de enero en el Museo Aguilar y Eslava.

Y creo que hay otro tipo de retratos que también han de encontrarse buceando por la memoria colectiva o personal y que, a veces, tenemos la suerte de encontrar no solo en las fotografías sino en la historia escrita o novelada que, como toda creación artística, nos deleita y ennoblece.

Entre esos otros retratos, hoy me refiero también al que ha realizado en forma de libro Salvador Guzmán Moral, que es mi hermano del alma. Un libro sobre la Vizcondesa de Termens, Carmen Giménez Flores.

Para la gente de Cabra, Termens es un lugar, un espacio, una memoria o una presencia que se nos antoja próxima cuando pasamos por los muros de tan emblemático centro de educación, regido por las Hijas de la Caridad. En ellos recibimos la primera educación muchos niños y niñas de la segunda mitad del pasado siglo y ahora la siguen recibiendo personas con necesidades especiales.

Para mí, Termens es un reducto especial de la memoria infantil que se mantiene casi intacto y que supone uno de mis primeros recuerdos, de esos que permanecen para siempre.

Para otros, la memoria está también presente en el nombre del Mesón más popular y conocido de cuántos tenemos en Cabra: el del Vizconde, que debe su nombre al consorte de la III Vizcondesa y que surgió en los bajos de la casa de Carmen Giménez en la calle Martín Belda de Cabra, luciendo las armas de Termens en un gran escudo que hay a la entrada del restaurante.

Algunos la tendrán en el recuerdo por ser una dama a la que deben gratitud por las casas que recibieron cuando murió; por los trabajos que realizó en el Santuario de la Virgen de la Sierra o en las Agustinas; por su labor en la Semana Santa; por todo lo que hizo en Cabra; por tantas historias como oyeron contar sobre ella, conocida en Cabra por la "sanroqueña"; en Sanlúcar, Sevilla o Madrid como la "infantona" y en periódicos, reseñas y placas de piedra como la Vizcondesa.

Hay quiénes tuvimos la suerte de conocer algunos de los elementos que formaron parte de su vida y de su legado. Gracias a la amistad con sus descendientes, pudimos saber de ella de otra manera. Recuerdo cómo a veces, a hurtadillas, fisgoneábamos en el desván de la casa de la Vizcondesa sin que pudieramos ver más que el envoltorio de una historia que, entonces, estaba por hacer. Y quizá uno de los aspectos que algún día podrán rescatarse es el papel que jugó una mujer que heredó el título y muchos de sus más profundos secretos, Mercedes Von Schmiterlöw, Mimi, la III Vizcondesa de Termens, que supo mantener en su discreción y honestidad todo el legado que recibió y del que aún hay, seguro, cosas por revelar.

Salvador Guzmán, en el retrato que hace de la Vizcondesa de Termens en su libro, nos ofrece una visión desapasionada, objetiva, documentada y certera sobre su vida y su obra. Despejando así muchas incógnitas y ofreciendo aspectos más que interesantes junto a fotografías inéditas que completan el recorrido por este libro que rescata al personaje, pero también a la persona que fue Carmela Giménez.

Felicitar a Salvador por su trabajo es una obligación que no escondo, pues el tiempo que ha dedicado a poner este libro a nuestro alcance, lo merece. Y el resultado es, creánme, más que magnífico.

Invitar a leer este libro es, en cambio, una satisfacción que espero sea compartida por muchas personas. Cuando se termina, se tiene la sensación de haber conocido en primera persona a la Vizcondesa y formar parte, casi sin darnos cuenta, de una de las más interesantes vidas femeninas que Cabra ha dado a la historia.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Retratos...


Mi buena amiga Maria José Carmona, presenta una exposición de Retratos Egabrenses en los que encontramos caras conocidas para la gente de Cabra y en las que la autora de las fotos ha sabido plasmar el enfoque que cada personaje o grupo parecían necesitar. La muestra es llamativa y novedosa, siendo quizá la primera en la que se exponen exclusivamente retratos.

Y como dice la gente que está visitándola en el Museo Aguilar y Eslava, Maria José ha realizado un trabajo excelente y además ha captado el alma de cada personaje en las fotos, lo que no es tarea fácil. Incluso hay quién ha dicho que se trata de retratos que están "muy bien pintados". Ya se que no puedo ser totalmente objetivo, pero creo que es una preciosa exposición y que reflejan lo buena retratista y fotógrafa que es Maria José Carmona.

Creo que las personas amantes de la fotografía no deberían dejar de ver la muestra, que estará abierta en el Museo Aguilar y Eslava hasta el próximo 9 de enero. Además pueden aprovechar para pasar uno o varios días en Cabra y su entorno, especial, mágico, apasionante.

Y de camino, verán cómo los retratos y fotografías de Maria José, no son sino reflejo de cuanto rodea este lugar especial de las Subbéticas Cordobesas, centro geográfico de Andalucía y lugar para disfrutar de los sentidos en esencia pura.

Felicidades Maria José!!!! y que sepas que cuántos están viendo las fotos celebran lo magnífico del trabajo que has realizado.

¡Ah!, y tendrás que ir haciendo una agenda de citas para retratar a mucha gente que no quiere quedarse sin una foto suya hecha por tí.

Hasta luego.

sábado, 30 de octubre de 2010

El tiempo, los relojes, la vida.

No acierto a comprender la capacidad que tenemos de hacer del tiempo algo que podamos controlar. A menudo estamos tan liados (en el sentido menos placentero del término), que no tenemos tiempo para casi nada. No nos damos cuenta que pasa, inexorablemente, sin que podamos volver a recuperar algo pasado, salvo que lo hayamos vivido y lo tengamos en la memoria, en el recuerdo, en una foto, en una canción o en un sentimiento.

Hay que vivir para poder recordar. Para atrapar el tiempo. Para sentirse y para sentir. Hay que vivir y no esperar a que llegue algo, sino anticiparnos y vivirlo haciendo que parezca que no pasa el tiempo. Así podremos gozar de un día lluvioso y gris, o de otro soleado y azul. Sólo viviendo podremos ser capaces de amar, de compartir, de disfrutar, incluso de llorar.

Cuando se aproximan los días en los que se cambia la hora, siempre pienso qué fácil parece volver a tener una hora para vivir más; o para que pase sin apenas darnos cuenta. Cuando el reloj se adelanta, parece cómo si nos quitaran un tiempo precioso que no podremos volver a recuperar. En cambio, si las manecillas del reloj se atrasan, como pasará esta noche, tendremos una hora nueva, distinta, virgen, insospechada pero que se nos regala en la madrugada.

Me pasa, en jornadas como la de hoy, que pienso en cuántas horas podemos tener más a lo largo de la vida para vivirlas y cuántas otras se nos escapan de las manos (¿o de la vida?), sin apenas darnos cuenta.

Vivamos todas las horas, todas. Las tristes, las felices, las dichosas, las amargas. Vivamos todo el tiempo que tenemos, todo. Estas líneas de hoy, en días de otoño, de cambios de hora, de fiesta de Santos y Difuntos, de recuerdos, homenajes y añoranzas, de celebraciones, de alegría, de descanso, me llevan sobre todo a tratar de conquistar el tiempo, para vivirlo, para sentirlo, para llenarlo de vida, para no dejarlo pasar.

Para amar, para compartir, para rezar, para vivir.

jueves, 28 de octubre de 2010

No me gusta hallowen

Lo siento, no lo puedo remediar. Me da mucho coraje la fiesta importada ésta, cuando nosotros tenemos más que temas para explotar estos días desde el punto de vista comercial o festivo. Sigo pensando que sería mucho más divertido y quizá ocurrente, ahora que están de moda todos los eventos de recuperación de edades pasadas (ya sea fiestas medievales, carolinas, alfonsinas o alfonsíes, mozárabes y yo qué cuántas más....), hacer un fiestón en el que se disfrazara uno de don Juan Tenorio, otras de doña Inés, y otros tantos de personajes parecidos.

Y no digamos lo que podría dar de sí una fiesta de los Muertos, sin tener que recurrir a todo este montaje de allende los mares.

En fín, no quería dejar de volver a decirlo, ¡que no me gusta "jalogüen"!!!, ea.


martes, 12 de octubre de 2010

Irse sin pagar o de cómo Boliden sabe de desastres ecológicos

La Unión Europea ha tenido la brillante idea de nombrar entre los asesores para el desastre ecológico de Hungría a una de las responsables de Medio Ambiente de la empresa..... (tachín, tachín....) BOLIDEN. Nada más y nada menos que la que provocó el desastre de Doñana en 1998. La empresa Boliden se fue de rositas, a pies juntillas y a la chita callando, dejando el peor lastre que se puede dejar y sin pagar ni un euro por la responsabilidad que tenía y que tiene, pues las secuelas de la contaminación son eternas, en aquel tremendo caos que provocó.

La propuesta de Pia Lindstrom como asesora, parte de Suecia y según dicen solo responde a criterios técnicos. Hungría lo acepta y al parecer el resto de miembros de la U.E. también. ¿Qué dice España? ¿cómo puede aceptarse que Suecia, nacionalidad que también es la de la empresa Boliden, nombre a esta "especialista" para un caso similar al que todavía trae de cabeza a tantos ecologistas y científicos que se escandalizan al saber de la designación?. Desde luego me parece una torpeza que nuestros representantes en la U.E. no hayan dicho nada y aprovechen para reclamar lo que Boliden debe a España a causa de su mala gestión medioambiental en Doñana. Y para colmo, van y nombran como asesora a una "miembra" de la empresa. Seguro que, como vaticinan algunos, lo que va a enseñarles esta señora Pia a los que han causado el desastre del barro rojo será a no pagar.

Ellos nos deben más de 240 millones de euros y su responsable de Medio Ambiente, que seguro cobrará un buen pico de la U.E. va y se pregunta, como quien no quiere la cosa si la gente en el entorno de la balsa minera rota cerca de Doñana estaba satisfecha con la reparación. Me río por no llorar.

Para que no se nos olvide, Lindstrom trabajó en Aznalcóllar tras el vertido hasta que la empresa sueca cerró su filial española y desapareció sin pagar la reparación.

Así se escribe la historia. ¡Qué pena!

domingo, 19 de septiembre de 2010

entrelineaspuntocom: Sobre la novela "Jaque a la Reina" de José Calvo Poyato

http://www.lecturalia.com/libro/3834/jaque-a-la-reina

Sobre la novela "Jaque a la Reina" de José Calvo Poyato

Cuando el lector concluye la lectura de una novela histórica como “Jaque a la Reina”, tiene la sensación de haber realizado un viaje en el tiempo y sentirse partícipe de una auténtica historia llena de pasiones y emociones donde los personajes nos hacen cómplices de las situaciones que atraviesan. Una novela que viene a sumarse a la trayectoria de este historiador y escritor, considerado uno de los “siete magníficos” de la novela histórica contemporánea en España, el egabrense J. Calvo Poyato.

La trama se sitúa en el reinado del último de los Austrias de la monarquía hispánica, entre la primavera y el otoño del año 1668, cuando se ocupaba de la Regencia la Reina Mariana por la minoría de edad del Rey Carlos II. Los personajes que sirven de actores de la historia tienen un punto de referencia clave en la situación histórica de aquel momento donde se libraba una auténtica batalla entre el valido y confesor de la Reina, el jesuita Padre Everardo Nithard y el bastardo de Felipe IV y la Calderona, Don Juan José de Austria. Singulares personajes para una secuencia de historias donde cortesanos y nobles, caballeros y truhanes, mendigos y clérigos, van mostrando el curso de unos acontecimientos no exentos de sorpresa y aventura, en los que no falta una verdadera historia de amor de la que son protagonistas el capitán de los tercios Gonzalo de Santa Cruz y una singular dama, Elena de Zúñiga.

"Jaque a la Reina" es una novela que va cautivando al lector desde las primeras líneas de la obra. A medida que se van sucediendo las escenas, cobran vigor los personajes, mostrando el perfil humano de cada uno, aproximándolos de manera exquisita a las expectativas que se van creando a medida que se avanza en la lectura. El perfil biográfico de los protagonistas se une a los vericuetos, hazañas, venturas y desventuras que nos acercan a la forma de ser y de pensar de los mismos y de otros personajes no menos importantes, pero secundarios, que nos acercan al trasfondo histórico de la novela. La esfera de complicidad que rodea la obra, pone de manifiesto la maestría del novelista que impide al lector poder imaginar qué va a ocurrir, para sorprenderlo con el plan trazado por la habilidad de quién inventa las situaciones.

Encontramos en esta novela de José Calvo algunas licencias propias de un avezado escritor, profundo conocedor de la historia española de finales del siglo XVII, incluyendo personajes, lugares y devociones relacionados o procedentes de su tierra natal, pero que en nada desdibujan un escenario adecuado para los hechos que tienen lugar en el ajetreado verano de la corte madrileña del año 1668. Las descripciones de Madrid, de sus callejas, mesones, plazas y palacios. La verosimilitud de las historias de los personajes, que nos hacen caer en la trampa de pensar que son reales, se une al entramado social, político y religioso de la España de entonces, para ir encajando un todo unitario y sorprendente en el que no faltan aventura, pasiones, lealtades y amor. El lector irá buscando distintas alternativas al curso de los acontecimientos pero, aún sin querer, se verá irremediablemente sorprendido por las escenas que presenta, de manera magistral, el autor de “Jaque a la Reina”.


Jaque a la Reina

José Calvo Poyato.

Grijalbo. Novela histórica. Barcelona, 2003

301 páginas.

jueves, 22 de julio de 2010

Dudas razonables sobre lo de CajaSur

Al margen de la nefasta gestión llevada a cabo por los curas en CajaSur, como el tiempo ha venido a demostrar, no las veo muy claras en todo lo que ha pasado hasta ahora. Siempre pensé que no era cosa de sacerdotes o canónigos, llevar las riendas de una entidad de crédito y ahorro, por muy suya que fuera. Pero se ve que las necesidades de compaginar la vida pastoral con la complejidad de la dirección de una caja de ahorros, era un anzuelo difícil de esquivar en la vorágine del océano de la opulencia y el mercantilismo, incluso para los “pastores” de la catedral cordobesa.

El suicidio al que llevaron a CajaSur sus últimos gestores-dueños, fue manifiesto cuando renunciaron a la fusión con UNICAJA o no buscaron otra. Los hechos fueron los que fueron y hoy por hoy, nada más se puede hacer que aceptar lo que ha pasado, esperando que, al menos, el empleo no se convierta en paro y que lo poco que pudiera quedar para obra social siga repercutiendo en Córdoba y otras zonas de influencia, aunque también está claro que ya no será lo mismo.

CajaSur se convertirá en banco y ya tenemos ahí la primera colada del regulador: no se mantendrá la reiterada monserga de no perder la necesidad de las cajas de ahorro y su filosofía social. Ahora que se ha hecho público también el posible acuerdo al que se habría llegado en la fusión con UNICAJA, vemos o al menos veo, que no era tan malo como lo pintaron los canónigos.
En todo caso, me caben algunas dudas al comparar lo sucedido con otra caja intervenida: Caja Castilla-La Mancha. Si recuerdan ustedes, la caja manchega (CCM) fue intervenida por el Banco de España en marzo de 2009. Lo fue a raíz de la negativa de UNICAJA a fusionarla sin recibir más avales del Banco de España y de acuerdo con el Real Decreto del Consejo de Ministros que publicó la intervención por “el deterioro al que podía verse expuesta la entidad en caso de continuar la búsqueda de este tipo de soluciones ha hecho aconsejable la actuación del Banco de España para evitar que el resultado final pudiera resultar muy costoso para el contribuyente”.

Desde entonces han pasado más de quince meses con la Caja intervenida y en ese periodo de tiempo ha pasado de todo: cambios en los administradores, reuniones de la Asamblea de la Caja, propuestas de uno u otro tipo, anuncios de susbasta, aplazamientos de la misma y una serie de acontecimientos que, en ningún caso, se han tenido en cuenta a la hora de la intervención de CajaSur. En menos de tres meses tras la intervención, la subasta se ha celebrado y que sepamos, sin previa reunión de la Asamblea de la caja cordobesa, como sí ha ocurrido en la castellano-manchega para ver a quién se le adjudicaba.

En los tres primeros meses de la intervención de CCM, su presidente o directivo nombrado por el Banco de España aseguraba, tras recordar la importancia de intereses públicos, relacionados con los organismos de Castilla-La Mancha, así como proyectos sociales de la Obra Social, que "el carácter territorial y social de la caja es también uno de nuestros rasgos de identidad que debemos preservar para el futuro". ¿Recuerdan ustedes escuchar algo parecido en los administradores nombrados por el Banco de España para Cajasur?.

Aquí, en ese mismo tiempo, se ha acelerado el proceso de subasta y lo más que podemos hacer es esperar que algo quede en Córdoba y Andalucía de lo que ahora se lleva la caja vasca, curiosamente en manos de los nacionalistas del PNV.

Digo curiosamente porque también se oyen rumores, aunque acallados por algunos socialistas de tronío, que hablan de la posible connivencia entre responsables de altísimo nivel de las finanzas públicas del Estado con miembros de la cúpula peneuvista, para que, según dicen, los presupuestos generales cuenten con la mayoría necesaria para su aprobación por el Congreso de los Diputados. Y a cambio, entre otras prebendas, está la adjudicación de CajaSur. Insisto en que son rumores, comentarios, habladurías pero en cualquier caso, me cabe la duda razonable.

Algo más, entre tan sútil y complejo entramado que a los mortales y paganos de a pie (por aquello de contribuir con nuestros impuestos al sostenimiento de algo de todo esto), nos toca presenciar sin saber qué hacer. Cuando se anunció la subasta de la CCM para noviembre de 2009, ocho meses después de la intervención –frente a los escasos tres meses de la de CajaSur-, se ampliaba el plazo para intentar que hubiera más opciones y suponía, de hecho una clara participación del Banco de España en el proceso, invitando a algunas entidades a participar; en la que las autoridades de la Comunidad Autónoma castellano-manchega intervinieron con declaraciones manifiestas apoyando unos u otros proyectos y en todo caso, la venta tendría que contar con la decisión de la Asamblea de la Caja. ¿Les suena a ustedes que haya pasado algo así en CajaSur?.

Finalmente me parece poco apropiado que, lo mismo que sobran los religiosos al frente de una entidad de crédito y ahorro, se mantengan los políticos. Las empresas deben estar en manos de profesionales que las gestiones como tales y no en función de los dictados de unos u otros. Si sobran los curas, a mi modo de ver, también sobran los políticos.

Creo que lo que ha supuesto la intervención, quizá necesaria pero no imprescindible, de CajaSur y su posterior subasta, inminente, rápida, sin asamblea previa y con más urgencia y prisa que ganas de resolver el problema sin perjudicar a Córdoba y a Andalucía, contiene algunas dudas razonables que, comparadas con lo que ha pasado en CCM, marcan una notable diferencia. Y no digamos lo que ha pasado con la oferta de UNICAJA que ahora que la conocemos, no sólo no era tan mala sino que, aparentemente era incluso mejor para los intereses cordobeses y andaluces que lo que ha ofrecido, ganando, la vasca BBK.

O al menos así me lo parece.

lunes, 22 de marzo de 2010

Manolo Lama y el pregón de la Semana Santa

Al mediodía del que suele conocerse como domingo de Pasión, apenas en las primeras horas de la primavera egabrense, Manolo Lama realizaba en el Teatro El Jardinito de Cabra su puesta en escena para ofrecer el Pregón de la Semana Santa de Cabra 2010.

Menudo plantel de personalidades que Manolo ha buscado para que hablen de Cabra y de su Semana Santa, en un montaje espectacular, bien realizado, bien presentado y sin posible parangón con nada que se haya visto en anteriores ocasiones. Ni tampoco, creo, se verá más. El pregón de Manolo Lama ha sido distinto, emotivo, cercano, dinámico, para todo el mundo. Y no solo en el sentido de que lo han disfrutado por igual niños y ancianos; cofrades y no cofrades; creyentes y menos creyentes; jóvenes, mujeres y niños; sino que también ha sido un excelente recorrido por las imágenes y voces de los más populares deportistas, toreros, presentadores de radio y televisión, periodistas, escritores, cantantes, actores y actrices, diseñadores y un largo, larguísimo etcétera hasta pasar de más de ciento cincuenta primeras figuras de todos los ámbitos que, a los ojos de cuántos presenciamos el Pregón, ya en vivo ya a través de la radio, la televisión o la prensa en internet, supusieron un auténtico revulsivo.

El pregón que Manolo Lama ha dedicado a su pueblo y a su gente, a sus cofradías y a sus paisanos, marcará algo irrepetible que quizá solo podía hacer y ha hecho, el periodista madrileño y egabrense que sigue fiel a sus raíces egabrenses sintiéndose y siendo, por derecho propio, uno de nuestros más singulares embajadores que hace gala de Cabra en toda ocasión que se le presenta y que no ha tenido el más mínimo reparo y ha puesto todo el cariño y esfuerzo, para contagiar a tanta gente de su emoción y pasión por lo nuestro.

Enhorabuena, Manolo y ten por seguro que este año 2010, además de las muchas novedades y cambios que presenta nuestra Semana Santa, será también distinto y recordado por tu excelente dedicatoria hecha Pregón para Cabra.

http://www.laopiniondecabra.com/ampliar.php?sec=actualidad&sub=noticias&art=2507

viernes, 19 de marzo de 2010

Dos meses

Mi buena amiga Mª José Carmona, me dice que soy un "perro" (por vago) y que tengo algo atrasado el blog. Pues tiene toda la razón. Llevo algo más de dos meses, sin actualizar estas líneas que hoy, solo tienen como objetivo eso, actualizar y de camino recomendar no solo la visita a su página de fotografías, invitar a la gente a que vaya a ver la exposición que va a realizar en nuestra ciudad (Cabra, por más señas) y también decirle que me encanta en el sentido más literal del término, el blog de recetas con cara que se le ha ocurrido abrir en una muestra más de su eminente capacidad creativa y creadora.

Y ya puestos, dado el día que es, aprovecho para felicitarla también desde aquí, aceptando el compromiso de mantener mayor y más frecuente actualización. Aunque ahora que lo pienso, con la Semana Santa, lo mismo tengo que esperar a Abril para retomar el tema, ¿no?.

http://mjcarmona62.blogspot.com/

http://www.mariajosecarmona.es/

viernes, 15 de enero de 2010

Preguntas sin respuesta

Me ha estremecido escuchar y leer las declaraciones del nuevo obispo de San Sebastián sobre el mal que sufren los "pobres" de Haití, comparándolo, teológicamente según ha explicado, con el mal que se cierne por causa de nuestra pobreza espiritual. "Quizá es un mal mayor el que nosotros estamos padeciendo que el que los inocentes también están sufriendo", concluía el prelado en sus declaraciones que respondían, teológicamente a una pregunta teológica.

Aunque así fuera, ¿a qué vienen estas declaraciones en un momento como éste, en el que el dolor se cierne sobre tantas personas?, ¿qué manera de explicar la existencia de Dios es ésta?, ¿cómo comprender sus declaraciones en un contexto de sufrimiento, comparando el mal del pecado con el de la muerte inesperada y la destrucción que surge de las entrañas mismas de la tierra?.

No lo comprendo, no acierto a situarme en el lugar de este obispo para decir lo que ha dicho en un momento así. Que se hayan extrapolado sus declaraciones, que su intención podía ser otra, que no se haya explicado bien, pueden ser justificaciones a posterori que, en principio, podría aceptar. Pero me caben muchas preguntas para las que no llego a encontrar respuesta. La vida es un don de Dios, el más preciado y valioso. Y sin vida, no hay lugar para la fe, ni para el pecado, ni para el espíritu. Perder la vida, la de la tierra, es no tener opción a pensar siquiera en la eterna, en la del más allá.

¿Cómo explicar que este mismo prelado es representante de la Iglesia en la que son miles y miles de misioneros, religiosas, voluntarios y creyentes que entregan su vida para ayudar a los demás?. ¿Cómo asumir que sus declaraciones prentendían explicar la existencia de Dios, del Jesucristo encarnado, por encima del mal del mundo, del pecado, de la pobreza espiritual?.

¿Cómo encontrar la pureza evangélica en estas afirmaciones que dificilmente pueden ser compartidas ni por el más eminente teólogo, ni por la más entregada misionera, ni por el creyente que se siente Iglesia?.

Puede que se equivocara al contestar (aunque anunciaba que lo iba a decir podía ser fuerte). Puede que no dijera lo que quería decir. Puede que no supiera comunicar lo que quería. Puede, incluso, que en el intento de explicar el mal del mundo, no acertara a poner en una balanza lo que supone la fe y el seguimiento a Cristo y lo que supone la pobreza, la muerte, el dolor, el sufrimiento de un gran número de personas inocentes que han sufrido las fuerzas de la naturaleza.

Puede incluso, que hubiera preferido callar. Pedir por los que sufren, ayudarles en situaciones como éstas. En fín, puede que se haya equivocado y, en vez de rectificar, ha pretendido justificarse.

Para ser justos, prefiero quedarme con los miles de personas que, desde la Iglesia (que no es sólo su jerarquía), siguen trabajando por seguir a Jesús, ayudando a cuántos sufren, a los que mueren de hambre, a los que necesitan lo más básico, a los desfavorecidos de la sociedad opulenta. Esta Iglesia es la que convierte la Bienaventuranzas en su programa de trabajo y esa es con la que me siento identificado. La de quiénes hacen declaraciones de este tipo, me recuerda más a una organización de poder, que a la Iglesia de Jesucristo.