Radio Atalaya FM 107.3

jueves, 22 de marzo de 2012

El patrimonio de las Cofradías

A menudo solemos decir que, del patrimonio de las Cofradías, lo más valioso es el grupo humano que, llevado por la fe y por la religiosidad, las mantiene a lo largo de los siglos. Ese grupo de hombres y mujeres, de jóvenes y no tan jóvenes, que se esfuerza y trabaja para hacer posible la realidad de la que luego todos disfrutamos en la Semana Santa y que a lo largo del año, con sus más y con sus menos, hace posible esa especie de ensueño que mueve y conmueve a toda la Ciudad.

Pero hay también un patrimonio valioso, unas veces más sencillo, otras muy elaborado, que constituye un tesoro escondido que se exhibe durante la Semana Santa o en las ocasiones en las que el culto que se tributa a los titulares de las cofradías lo requiere.

Un patrimonio que disfrutamos y disfrutan cuántas personas presencian las procesiones en la calle. Un patrimonio hecho a base de duros trabajos en los que, también hay que reconocerlo, colaboran no pocas personas y que engrandece nuestro catálogo histórico –artístico. Un patrimonio que mantiene trabajos y mano de obra en talleres familiares y profesionales que a lo largo de los años se mantiene gracias a los encargos de las cofradías.

Un patrimonio que, en ocasiones, es objeto de los amigos de lo ajeno, los desaprensivos más desalmados, los intransigentes que nada de esto parecen reconocer. Y que atacan desde la indefensión o la confianza que los cofrades ponen en lo que consideran que es de todo el pueblo y que se ha conseguido gracias al esfuerzo de muchos.

Lo ocurrido en el paso del Descendimiento pone de manifiesto que hay quiénes parecen no respetar el patrimonio de las cofradías y nos sitúa en la tesitura de saber porqué se hace ese daño y con qué fin. Pero lamentablemente la respuesta la tiene quién no la da.

Cuando este próximo Viernes Santo veamos la procesión del Descendimiento en las calles, veremos su paso mutilado, en parte carbonizado, con la pérdida de un valor material y sobre todo sentimental, pensaremos que el trabajo realizado siempre es poco con el que nos espera más adelante. Pero sobre todo que, en nuestras cofradías, el mayor patrimonio, el tesoro más valioso, es el que conforma un grupo humano de cofrades que trabajan para mantener viva la Hermandad y todo lo que supone.

Un grupo humano como el de los cofrades del Descendimiento, que tendrán que hacer un nuevo esfuerzo para el patrimonio material pero sabiendo que hay mucho patrimonio humano y que ese, es el más valioso.

¡Ánimo, que la gente que conoce Arimatea sabe bien de qué estoy hablando!

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