Hojeo, aunque sea digitalmente, un periódico antiguo - La Opinión- y echo una ojeada a lo que publica un número
de enero de hace 50 años. Busco datos, informaciones, historias publicadas que
apenas recuerda nadie. En medio de todo eso, me encuentro con una nota de la muerte de mi abuelo materno.
Quizá no tenga más importancia que un día como hoy, también 12 de enero de
2018, des con esta nota que muestra algunos aspectos concretos de la sociedad
egabrense y que, por cercanía familiar, consideras de otra manera.
Pero sí que
hay algo que reclama mi atención: el año 1968.
José Mª Montes y Dolores Luna en su boda |
Y te das cuenta que han pasado
más años de los que imaginabas al comenzar el rastreo de datos en la prensa digitalizada.
La memoria lo hacía un acontecimiento de la
infancia, es cierto. Mas no había caído en la cuenta del tiempo calendarizado
que había pasado. Es verdad que nos decían que el tiempo pasa muy deprisa. Tal
vez en el día a día no nos damos cuenta, ¡menos mal!, y como decía Séneca mientras
diferimos las cosas, la vida pasa.
Entonces confirmas que realmente, casi
sin advertirlo, han pasado 50 años de aquello. Parece mucho, pero en realidad, no es más que medio siglo.
Y vuelvo a releer esa cita de Séneca en una de
sus cartas a Lucilio:
Todo lo demás, ¡Oh Lucilio! nos es ajeno: sólo el tiempo, objeto tan fugaz como
esquivo, es nuestro. Es la única posesión con la que la naturaleza nos
invistió. ¡Y sin embargo toleramos a quien quiera desposeernos del mismo!
José María Montes González, había nacido el 23 de junio de 1896. Falleció un 12 de enero de 1968. Era un buen hombre, así lo recordábamos nosotros y así parece que lo consideraban también fuera de la familia.
Año LVI Número 2337 - 1968 enero 17 LA OPINIÓN
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