Aunque la esperanza supera la tristeza, a veces no se puede eludir la nostalgia cuando alguien nos falta. A ella va dedicada este elegía:
Elegíste un fresno junto al río.
Y junto a este fresno y a este río,
tu cuerpo descansa para siempre
mientras en el vientre hueco de la tierra
se guarda el recuerdo de tu vida.
A la sombra del árbol te recuestas
vuelves aquí después de mucho tiempo
a tu huerta, a tu río, a tu tierra
cerca del nogal de la sombra inmensa
y del fresno que en la curva nos señala
para siempre, un lugar junto al arroyo
que como tú, se llama de Santa María
mirando al picacho de la Sierra.
Y los frutos del olivo y de la huerta
verán como en un nudo carnoso de ese árbol
los jilgueros de su amor harán un nido.
Sus cantos y sus revuelos
harán que junto al recodo de este río
tu ser y tu recuerdo queden vivos.
Y pasarán los años y así el sol,
junto al fresno de la huerta, ahora tu casa,
nos dará de las flores, el perfume
y en la brisa del verano, las calores
convertirán sus hojas en dorado.
Y el otoño con sus rosados colores
dejará el fresno sin hojas y vacío
y el invierno y sus rigores,
lo dejarán, entre lluvias y heladas como herido
Y volverá la esperanza de la vida
y de nuevo en primavera lo veremos
con sus hojas de domingo, bien vestido.
Y nosotros volveremos a este sitio,
recorriendo la ribera junto al rio
y te veremos siempre sonriente
en el recuerdo siempre viva y
sabiendo que te vas pero te quedas
donde siempre dijiste que querías.
Viejo fresno que te elevas
entre zarzas y salgueras junto al río,
con la nueva primavera volveremos
para ver si nuevas hojas te han salido.
1 comentario:
!preciosa!esta elegia es muy bonita y hace que veamos a Sierrita como la última vez que yo la vi;hace ya 5 años , en su huerta junto al fresno y junto al rio.
Fuimos a visitarla mi madre y yo por estas fechas y recordaron tiempos pasados.
A su vez me trae recuerdos de mi infancia .Los veranos en el cortijo con mis primos y bajando a la huerta casi a diario ;donde estaba tu tio Miguel y nos dejaban coger manzanas,peras y todo lo que quisieramos.Cruzabamos el arroyo Santa Maria por una biga de madera o por piedras que para nosotros era una aventura.!Que dias aquellos¡y cuanta gente se nos ha ido , aunque quedaran para siempre en nuestro corazon.
Gracias por escribir como escribes Antonio Ramon
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