Y con qué bríos. Vaya un inicio caliente con demasiadas cuestiones sobre la mesa y quizá muchas más incertidumbres para los ciudadanos de a pie. Me quedo con algunas de las más comentadas en prensa, radio y televisión.
En primer lugar la comparecencia del Presidente del Gobierno en el Parlamento. A petición propia. Y por lo visto no se han ofrecido medidas para la crisis que, según ha confirmado Bruselas es más que una realidad en España. Algunos dicen que no basta con dar la cara por parte de ZP y le piden soluciones que para eso está el Gobierno. Otros dicen que ha que querido transmitir un mensaje positivo más que incidir en lo complicado de la situación y que ha ofrecido una propuesta de recolocación de 100.000 trabajadores y ayudas a las empresas de la construcción. Y como telón de fondo, el planteamiento que ha presentado la Ministra de Igualdad sobre el aborto, en un asunto que, según comentan, debería ser competencia del Ministerio de Sanidad. Dicen otros que ésto es una cortina de humo para que no se noten las carencias en la gestión. Vaya usted a saber.
Luego el tema de la sanción al Juez que dejó si cumplir la sentencia que permitió al pederasta que asesinó a Mari Luz. Los 1.500 euros de multa que le ha impuesto, sin más, el Consejo General del Poder Judicial a punto de cesar también, parecen una ridiculez y una falta de consideración a tenor de todas las declaraciones, incluidas las de Zapatero. ¿Corporativismo?, ¿miedo a que se ponga en tela de juicio una auditoría del propio C.G.P.J. que se hizo dos meses antes al juzgado en cuestión?. Como decía en el párrafo anterior, vaya usted a saber.
Por último la nueva composición del Consejo, con el consenso del PP y PSOE que les permite tener 9 miembros a cada uno. Y para desempatar, uno para los nacionalistas vascos y otro para los catalanes. He escuchado bastantes afirmaciones al respecto en las que los analistas coinciden en decir que se trata del entierro de Montesquieu, al que ya se encargaron de matar en el 85. Y es que separación de poderes y hablar de independencia en el máximo órgano de la judicatura española, cuestra trabajo viendo quién pone, quién quita y quién manda con sus votos: los políticos del legislativo, claro está. O así me lo parece.
Dejaré para otro día lo de la deuda histórica de Andalucía; lo de la Memoria Histórica de Garzón y algunas cuestiones del gobierno local de mi pueblo.
Mientras se preparan las carteras para el cole: las de los niños para sus libros, las de los padres para los gastos. Unas se llenan y otras se vacían.
Curso nuevo a fín de cuentas. Y en resumen de todo, vaya usted a saber que será de nosotros. Al final del tiempo que dure la crisis habría que preguntarse ¿quién se acordará de nosotros?, parafraseando el título de la película de Díaz Yanes ("Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", 1995); mutatis mutandi, claro está.
O como dice María, la pintora a la que contrata Melisa Hindel: "Si ésto me lo estaba yo barruntando".
Y me despido recordando un dicho popular que todavía usa una buena amiga: "Condiós" y que les vaya bien. Sobre todo admirando el magnífico paisaje de la Viñuela de Cabra, desde el Picacho de la Sierra.
P.S. Creo que hoy me pasado usando las comillas. Disculpen las molestias, me he dejado llevar por el lado límbico de mi cerebro.
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