Hace años, más de la cuenta,
estuve viviendo y trabajando en la Costa del Sol. Recuerdo que, cada mañana,
cuando llegábamos a la oficina el responsable del equipo pasaba mesa por mesa y
nos preguntaba ¿eres feliz? Esa era su forma de dar los buenos días. Y se iba.
No esperaba respuesta y dejaba
lanzada la interrogante sin que fuéramos capaces de reaccionar de inmediato. Su
estrategia, al principio, parecía desconcertante. Sin embargo, con el paso del
tiempo, me acostumbré y esperaba llegar cada mañana y encontrarme con aquella pregunta
que, primero mi jefe luego amigo y compañero, lanzaba sin esperar respuesta inmediata. A mí me sugería una respuesta ágil, breve y sincera que aunque parezca difícil de
contestar, intentaba responderla de inmediato.
Desde aquellas mañanas, en las que
un café tempranero daba las primeras pautas de unas jornadas intensas, la pregunta
que nos hacía Pedro - que así se llama mi amigo- he procurado que sea una
constante en mi día a día para demostrarme que amanecer y estar es ya un motivo
para ser feliz. O eso me parece sentir a mí. Y muchas cosas más, pues sigo pensando lo mucho que
debo agradecer a la vida “que me ha dado tanto” como escribió Violeta Parra.
Luego pasábamos las tardes entre trabajo y paseos junto al mar, tomando alguna copa, conociendo lugares y compartiendo vida con gente. Recuerdos que hoy parecen un ensueño, pero que han pasado a formar parte de nuestras vidas gracias a lo selectivo de la memoria.
Seguimos en estos días de distanciamiento,
de incertidumbre y de confinamiento, asumiendo que todo nos cambiará. Sí, nos
cambiará, a nosotros y a lo que nos rodea. Y entonces, cuando todo esto pase, a
la pregunta de ¿eres feliz? seguiré intentando responder con una sonrisa y un
silencio que se hará respuesta afirmativa.
Porque Pedro me enseñó que a esta
respuesta hay que contestar sí y entonces descubrir que – como él decía – “esa
es la actitud para conseguirlo”.
Un libro
Zobeida.
"Después del sueño buscaron aquella ciudad; no la encontraron pero se encontraron ellos; decidieron construir una ciudad como en el sueño"
CALVINO, Italo. Las ciudades invisibles. Siruela, 2012.
Un libro
Zobeida.
"Después del sueño buscaron aquella ciudad; no la encontraron pero se encontraron ellos; decidieron construir una ciudad como en el sueño"
CALVINO, Italo. Las ciudades invisibles. Siruela, 2012.
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