Es una lástima que pasen las cosas que pasan en este pais, al que muchas veces se le llama "piel de toro". Que unos señores que están en política y se dicen creyentes, saquen a relucir cuatro o cinco años despues unas escandalosas fotos que atentan contra las creencias de los católicos y cristianos, me parece lamentable. Tan lamentable como el político de turno que en su día se prestó a prologar un catálogo de tan despreciable obra fotográfica.
!Qué lástima¡. De verdad. Todas estas cosas crean crispación, violencia, odio... y no son esos los sentimientos que necesitamos en este tiempo que nos ha tocado vivir.
Un estado laico tiene que respetar y valorar todas las opciones religiosas, ya sean más numerosas o más insignificantes.
Un estado laico no es el que debe permitir que se ataquen los valores de una gran mayoría de sus ciudadanos.
Un estado laico no puede ir contra una de las opciones ideológicas que esté amparada en una corriente religiosa, que además es mayoritaria.
Un estado laico y democrático es el que se autoimpone los límites a los derechos precisamente en los derechos de los demás.
Y sobre todo, un estado, laico y democrático, no son solo nuestros representantes, lo conformamos también todos los ciudadanos, entre ellos los católicos y cristianos.
Es decir que no pude ampararse una pretendedia libertad de expresión (en el caso del autor de las fotos) ni su difusión (en el caso de los patrocinadores de la exposición), sin que se tenga en cuenta la posible lesión de la libertad de credo o pensamiento que puede lesionarse con aquéllos. Ya lo decían los antiguos billetes de 5.000 pelas, en una frase firmada por el Jefe del Estado: "Para la corona y para el resto de las instituciones del Estado, todas las aspiraciones son legítimas y todas deben, en beneficio de la comunidad, limitarse reciprocamente" .
Para los cristianos y para los católicos, estas fotos a las que me refiero y de las que no daré nombre del autor, ni cita alguna, que ya hay bastante prensa sobre el tema; son una ofensa a nuestra fe, a nuestras creencias, a la figura de Jesús, de María, de los santos y a escenas de la vidad de ellos, en las que basamos algunos de nuestros sentimientos religiosos y de nuestras actitudes.
Para los ciudadanos en general y para el estado de derecho, (entre los que nos encontramos los católicos y nuestas organizaciones) que los políticos se dediquen a sacar estos trapos sucios años después de que se produjeran los hechos, resulta oportunista y refleja que se aprovechan de situaciones que habría que haber denunciado al día siguiente de que se produjeran, para ahora rentabilizarlas políticamente. Y esta actitud, es un ataque pues ayuda tan poco como el que hizo las fotos o el que promovió su publicación, a mantener la calma y la convivencia pacífica. Creo que es lícito denunciar aquello que ataca nuestros derechos. Pero hay que hacerlo en su debido tiempo. En todo caso, a los responsables de la fechoría, se les deben pedir explicaciones y exigirles una explicación y que corrijan el entuerto.
Por lo demás, perdonad la extensión, creo que debemos ofrecer una imagen de cristianos democráticos, pero contundentes en nuestros planteamientos. Sin miedos, sin rencores, con seguridad y con la argumentación de que vivir y manifestar nuestra fe, con todas sus consecuencias, no es menos derecho que la libertad de expresión. Al contrario. La libertad de expresión es también la medida que nos permite manifestarnos como somos. Y las creencias son las que nos hacen así.
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