Los musulmanes quieren rezar en la antigua Mezquita de Córdoba, actual Catedral. Una petición que puede realizarse en un pais democrático, laico y por tanto no confesional y que además está en la parte del mundo que se ha venido considerando como occidental, ilustrada y moderna.
Dificilmente podría un presidente de alguna junta cristiana pedir el rezo de creyentes en el Dios Uno y Trino en una Mezquita, allí donde la religión forma parte del estado, allí donde el laicismo es extraño a la sociedad, allí donde quién gobierna es fiel defensor del credo musulmán. Pero en España y en Andalucía disfrutamos de una libertad amparada en la Constitución y en el Estado de Derecho que permite a los ciudadanos ejercer sus derechos (y cumplir sus obligaciones) sin menoscabo de ninguno de ellos.
Veo complicado que se pueda permitir el uso conjunto de un templo por cristianos y musulmanes y la verdad, pedir por parte de creyentes musulmanes rezar en un templo católico, creo que ayuda poco al entendimiento y al encuentro entre distintas confesiones.
Aunque es cierto que se están dando pasos en todo el mundo para un encuentro necesario entre pueblos y credos, entre personas de una y otra creencia e incluso de ninguna. En definitiva se trata de un encuentro mundial de buena voluntad que debería comenzar a presidir los pasos de muchas iniciativas. Pero no es tiempo de propósitos ahora que acaba 2006 puesto que dice un psicólogo que hacer propósitos a finales o principios de año es una manera encubierta o subconsciente de proponerse no hacerlos.
El ecumenismo bien entendido no debe confundirse con peticiones más o menos llamativas, pero que pueden llevar a malentedidos que servirían más para el alejamiento que para el acercamiento entre religiones o credos distintos. Para hablar de ecumenismo, con independencia del credo que se tenga, me gustaría recordar a uno de los líderes espirituales que más ha hecho por este tema en el siglo XX y que perdía la vida a manos de un fanático (siempre lo mismo) en agosto de 2005, el hermano Roger de la comunidad orante de Taizé (www.taize.fr/es).
"En lo más profundo de la condición humana descansa la espera de una presencia, el deseo silencioso de una comunión. Nunca lo olvidemos, el simple deseo de Dios es ya el comienzo de la fe". Eso dice una de las frases de los encuentros ecuménicos que organiza la Comunidad de Taizé desde los años 40 del siglo XX y que, en estos días tiene lugar en la ciudad croata de Zagreb.
Esperemos que las oraciones conjuntas, se hagan dentro o fuera de un templo, tengan sus frutos y sean escuchadas.
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